... un pensamiento de ocho meses ...

Hemos aprendido que al caminar juntos el sendero se hace mas corto y más amplio, menos angulado y nos hemos dado la oportunidad de correr un poco. Y así, al ir uno al lado del otro hemos soñado sobre el futuro de nuestras decisiones y notamos que nuestro primer beso sello el fin de nuestro primer sueño. El único sueño que se hizo realidad, el único que se hará realidad... estar juntos y de ahí en adelante solo depende de nosotros y no de nuestra imaginación, el único sueño es llorar, cantar y reír juntos; es llorar, sufrir y sentir unidos...

El sueño lo estamos haciendo todos los días y como todos los sueños... nunca tendrá un final...

Este sueño empezó para un día no encontrar el final, empezó para continuar y no detenerse...Este sueño somos nosotros... lo alimentamos todos los días para que no deje de crecer y termine por convertirse en el infinito utópico de todo ser sensible... convertirse en la semilla de un árbol que se alimentará del mismo amor toda su existencia...